Enjuagá tu toallita con agua FRÍA hasta que el agua salga transparente.
Puede ser con agua FRÍA y jabón (sin frotar el jabón sobre la tela, alcanza con preparar un «agua jabonosa»).
Otra opción es hacerlo con agua FRÍA, un puñado de bicarbonato de sodio y bastante agua oxigenada vol. 10
Yo prefiero el agua FRÍA y jabón pero es cuestión de que encuentres lo que a vos te funcione mejor.
Aclaraciones importantes: Nunca uses agua caliente, fija la mancha.
No frotar: Frotar la tela no sólo la desgasta sino que FIJA LA MANCHA de sangre.
¡Ahora sí! Ya están prontas para ir directo al lavarropas con el resto de la ropa (vas a ver que salen del agua de remojo casi listas).
Si las dejas en remojo varios días te recomiendo cambiar el agua todos los días.
También podés lavarlas a mano, pero yo te recomiendo el lavarropas: es más práctico y quedan mucho mejor.
Recordá lavar SIEMPRE con AGUA FRÍA, en todos los pasos.
¡Listo! Hora de secar al sol.
Si aún quedó alguna mancha: el sol es un gran blanqueador.
No la seques nunca en secarropas, tampoco las planches o las pongas junto a alguna fuente de calor directo (se derrite la tela impermeable que tienen dentro).
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