La experiencia que te ayudará a comprender en profundidad lo que ocurre con tus emociones y capacidades a lo largo del ciclo menstrual, para que al fin te puedas sentir en calma, conectada a tus necesidades y deseos más profundos aunque tengas una rutina intensa y llena de compromisos.
Hay un mundo entero por descubrir más allá de la confusión que quizás estés sintiendo hoy.
Durante generaciones nos hicieron creer que ser cíclicas era una debilidad, que si estábamos irritables o enojadas seguro era porque estábamos en “esos días”.
Nos convencimos de que teníamos que ser lineales y sentirnos siempre igual, para ser parte del mundo laboral tuvimos que renunciar a nuestra feminidad para adaptarnos a un mundo liderado por hombres a los que poco les importaban nuestras necesidades.
Seguir pretendiendo ser lineal lo único que hará es que te mantengas atrapada en un traje que hace rato te queda chico, sin desarrollar todo tu potencial.
Viviendo una vida a medias, normalizando el cansancio, la confusión y el malestar que conlleva luchar contra tu naturaleza.
En un mundo cada vez más caótico y exigente, que nos lleva a desconectarnos de nuestras necesidades, es tu responsabilidad hacer la diferencia y empezar a conectar con tu ciclicidad para dejar de sentirte abrumada y confundida ante tantos cambios y pasar a sentir que tenés tu vida y tus emociones bajo control.
Te aseguro que una vez que entiendas lo que ocurre en cada fase de tu ciclo comprenderás lo que llevás sintiendo desde hace mucho tiempo: que no siempre tenés las mismas capacidades, deseos o necesidades.
¡Porque sos Cíclica!
Seguramente te pasa que algunos días sentís que desbordás energía y estás enamorada de la vida y otros días todo te molesta y sólo querés estar acurrucada en la cama.
Si sos mamá, seguro que hay días en los que disfrutas muchísimo de tu maternidad … pero otros días sólo querés tener un rato para vos, sola. Darte una ducha caliente, tiempo para pasarte esa crema que compraste hace semanas pero que nunca tenés tiempo de usar… o simplemente dormir hasta más tarde.
Si sos profesional, emprendedora o si trabajas en una oficina estoy segura que algunos días te sentís super productiva y podés hacer mil tareas a la vez, resolvés todos los pendientes en dos minutos, escribís ese mail enseguida, haces las llamadas que tenés que hacer, planificas lo que tenés que hacer con claridad, te sentís clara y ordenada para hablar con tus clientes…todo fluye… y otros días parece que de repente no sabés hacer nada de eso que haces todo el tiempo con mucha facilidad.
Pasás horas adelante de una pantalla sin resolver nada, te distraes con facilidad, se te olvidan las cosas y no querés hablar con nadie.
Esto genera mucha frustración, ansiedad, enojo y confusión.
Te entiendo.
Me pasó por mucho tiempo, hasta que comprendí como funcionaba mi ciclo menstrual.